MENOS ES MÁS, UNA HISTORIA DEL HÉROE ATÓMICO (PARTE 4)

Por Rich Morrissey para Amazing Heroes 28 (1983). Traducido por Félix Frog2000. Parte 1, parte 2, parte 3.

ALIADOS Y ENEMIGOS

Tras la marcha de Fox, Woodrue se metamorfoseó en un supervillano bastante menos interesante llamado El Hombre Florónico.

Dicho rápidamente, la relación entre Ray y Jean se encontraba bastante equilibrada. Se trataba de una relación de apoyo mutuo, amistad satisfactoria y romance entre dos adultos que no sólo se amaban el uno al otro, sino que respetaban sus respectivos estilos de vida. Como resultado era una pareja sólida, aunque algunas veces Ray tuviese estrecho contacto con otras mujeres en sus dos identidades, en particular con Maya, la Reina de los Duendecillos de las Flores (que tenía el mismo tamaño que Atom) y Enrichetta Negrini (una estudiante de intercambio que se convirtió en la ayudante de el Profesor Ray), pero él nunca tuvo interés romántico alguno en ellas. Jean se divertía bastante con la situación, porque pensaba equivocadamente que Enrichetta era la novia de Atom (cuya identidad, e incluso su verdadero tamaño no conocía nadie), y de vez en cuando le entraban celos, aunque de forma innecesaria. Por mucho que a Ray le gustase Enriqueta como asistente y buena amiga, parecía haberse dado cuenta de que si de forma inconscientemente hubiese tenido una relación más cercana se habrían convertido en otros Reed Richards y Sue Storm (que también había sido la única estudiante de Richards cuando empezó su historia) y no habrían tenido demasiada vida fuera de los pasillos de la Universidad. Con Jean, Ray podía esperar tener una vida más amplia y feliz, y como ya se ha indicado, además podía desarrollar libremente su carrera como Atom, que era una parte tremendamente importante de su vida.

Y de hecho, esa carrera lo llevó por algunos caminos bastantes inusuales. Al igual que ocurría con el Atom original, por lo general su único contacto era con delincuentes comunes sin disfraz (aunque a menudo hiciesen uso de super-dispositivos científicos), pero como suele ser el caso, los pocos adversarios disfrazados eran los más memorables. Su archienemigo más perdurable fue Cronos, que de hecho era el relojero David Clinton, un artesano que había decidido mejorar una carrera criminal poco exitosa adoptando objetos temporales como armas. Durante una época tuvo éxito mudándose de una ciudad a otra, pero finalmente se estableció en Ivy Town (muy a su pesar, ya que a partir de Atom nº 3, y muchas veces desde entonces, demostró no ser rival para el álter ego de Ray Palmer). El otro villano disfrazado recurrente de Atom fue Bug Eyed Bandit, en realidad el entomólogo enloquecido Bertram Larvan, que utilizaba su experiencia en dicho campo para construir un ejército de robots-insecto. Por su culpa el pequeño héroe pasó por momentos de lo más dificultosos, e incluso el villano terminó descubriendo su identidad secreta, pero su locura (solía decir que sus delitos solamente eran experimentos financieros con el fin de alimentar a los pobres y oprimidos, obviando completamente el hecho de que sencillamente podría haber obtenido el dinero patentando sus inventos) y su susceptibilidad a sufrir recurrentes ataques de amnesia lo mantuvo fuera de la misma liga en la que jugaba Chronos.

Aún así, durante su carrera Atom se enfrentó a muchos más adversarios, en una proporción más abundante que la de cualquier otro superhéroe importante de los sesenta. El más importante de ellos fue Jason Woodrue, el individuo que se denominaba "Maestro del Mundo de las Plantas", y que había aparecido por primera vez en el primer nº de la colección de Atom (conseguida después de los tres números de rigor en Showcase). Aunque en realidad provenía de un mundo paralelo, Woodrue parecía un terrestre normal y no tenía poderes especiales a excepción de sus conocimientos específicos sobre las plantas adquiridos en su hogar. Aún así, fueron suficientes para casi derrotar al Atom, y sólo la ayuda de las duendecillos de las flores, enviados por la citada reina Maya, permitió al héroe perseverar. (Aparte de las habituales apariciones de Maya y una historia protagonizada por Zatanna como invitada, Gardner Fox tuvo más oportunidades de dar fe de su amor por el fantástico en el título, al igual que el que había profesado Julie Schwartz por la ciencia ficción "hard", y siempre le gustó que en las historias más improbables apareciese alguna explicación científica como elemento básico.)

(Continuará)