lunes, 18 de abril de 2016

NIÑOS DE CARTÓN, UNA RESEÑA DE DOBBLE

(Por Robert Florencia para Rock, Paper, Shotgun, 2014.)

Dobble viene dentro de una pequeña lata. El tipo de pequeña lata que te imaginas que los soldados estuvieron utilizando durante una de las grandes guerras para mantener las cosas secas y a salvo. Cosas como cigarrillos y cartas de amor. Es el tipo de lata que se usaría para guardar un paté caro en una tienda francesa de delicatessen. Cabe fácilmente en un cajón junto a la cama o sobre la repisa de la chimenea. En realidad cabe en cualquier sitio de cualquier hogar, que es donde realmente debería estar.

Dentro de la lata podemos encontrar un pequeño folleto que detalla las reglas del juego. El juego no podría ser más sencillo de explicar. Este pequeño libro de reglas ofrece sobre todo una buena variedad de formas de jugar al juego: diferentes formas de estructurar las reglas del mismo. En la segunda página del texto dentro del librito de reglas podemos encontrar lo siguiente: "Y eso es todo, ¡ahora ya sabes cómo jugar a Dobble!" Las siguientes 12 páginas son sencillas formas de obtener más diversión con este hermoso juego.

Dobble es barato. Nos han entrenado para creer que las cosas caras son de calidad superior, y eso no es cierto. Muchas de las mejores cosas que existen cuestan poco o nada. Y Dobble es un ejemplo perfecto de juego que te proporcionará una gran cantidad de placer a muy bajo coste. Después de todo tan sólo está formado por un conjunto de 55 cartas.

55 cartas que te harán reír y gritar de alegría.

Coge dos cartas al azar de Dobble y obsérvalas, podrás ver en ellas 8 símbolos impresos. Tal vez te des cuenta de que una lleva un pequeño y lindo gato dibujado. O tal vez veas un taxi. O la cara de un payaso. Pero sin duda, aquí lo que cuenta es que cada carta tiene símbolos completamente diferentes.

Espera. Esto no es cierto.

En realidad te acabas de dar cuenta de que hay un par de símbolos que coinciden, uno en cada carta. El pequeño gato aparece en una de las cartas. Y el pequeño gato también aparece en la otra.

Eso es todo, ¡ahora ya sabes cómo jugar a Dobble!

Coloca cuatro cartas de Dobble frente a ti y fíjate en la amplia gama de símbolos que se pueden ver: Árbol. Zanahoria. Cebra. Vela. Luna. Ancla. Bomba. Pero te darás cuenta de que cualquiera de las cartas comparten un par de símbolos exactamente iguales entre sí. Sólo un par de ellos. ¿Los puedes ver? ¿Los puedes detectar rápidamente?

Para jugar una partida normal de Dobble cada jugador empezará con una carta puesta boca abajo delante suyo. En el centro de la mesa habrá una pila de cartas puestas hacia arriba. Imaginemos que la primera carta del montón tiene los siguientes ocho símbolos: Zanahoria, Árbol, Copo de nieve, Delfín, Gafas de sol, Flor, Perro y una Lágrima. Cuando comienza el juego, cada jugador dará la vuelta a su carta y la dejará boca arriba. Ahora puedes tener la certeza de que uno de los símbolos de tu carta coincide con uno, y sólo uno, de los símbolos de la carta que se encuentra en la parte superior del montón central. Si lo encuentras, tendrás que vocear cuál es y coger la carta de la pila central y agregarla a la tuya. Ahora podrás ver que hay una nueva carta en el montón central, y de esta forma comienza una nueva partida. El jugador que tenga más cartas al final del juego será el ganador.

"¡LECHERÓN!"

No hay nada que se llame así. Pero esta es la clase de cosas que gritarás durante un juego como Dobble. El estrés provocado al intentar equiparar los símbolos a toda velocidad momentos antes de que lo hagan tus oponentes te torcerá la mente y tu lengua. Aquí tienes una lista de algunas otras palabras que puede que grites o que escuches gritar durante una partida de DOBBLE.

¡Pezato!
¡delnievefin!
¡gafas de flor!
¡perrágrima!

Y por supuesto:

"¡zahoria, zanoria, zanahoria!"

En ciertos momentos dos jugadores estarán gritando lo mismo casi exactamente al mismo tiempo, y ambos intentarán agarrar la carta. Cuando los dos la agarren hasta que sus dedos se queden blancos y se griten: "¡es mía, mía, mía!" y el otro conteste "¡NO, tú has dicho gataxo!" se generará un gran momento de tensión. Por lo general el jugador menos gracioso es el que gana el empate.

Puede que en otro momento alguien grite con plena confianza "¡FANTASMA!" y se apodere de la carta. Y entonces alguien le dirá tímidamente: "No, si no es un fantasma." Todo el mundo empezará a vacilarle, pero sólo hasta que se den cuenta de que necesitan revisar de nuevo las cartas que se suponía que ya no estaban en juego.

Seguramente uno de los jugadores intentará memorizar cada símbolo de su carta, tal vez usando una antigua técnica romana llamada "palacio de la memoria". Intentará colocar rápidamente cada símbolo sobre la superficie de un palacio que existe en su mente como construcción virtual, creando conexiones que le permitan recordar fácilmente cada dragón púrpura o cada par de tijeras. Y entonces podrás ver por ti mismo cómo ese palacio se desmorona, dejando al jugador gritando "¡fuegomba!" ante una carta que no tiene ni una bomba ni aparece fuego alguno en ella.

Si un jugador tiene suerte, él o ella podrían caer en un estado de trance al que nos referiremos como "se ha Dobblizado". Cuando se sufre de dicho estado, el jugador hace conexiones instantáneas, sus ojos pasan de una carta a otra como rayos. Estos períodos fugaces de habilidad casi sobrenatural suelen ser muy poco comunes y no se pueden preparar de ninguna de las maneras, son algo que surge en ocasiones. Al haber sido agraciado con dicho estado un par de veces, bien puedo decir que no es que fuese tocado por la Gracia Divina de Dobble, sino que simplemente es un regalo bastante de agradecer y que puede que no vuelva a aparecer durante el resto de la partida.

Mientras anhelamos el siguiente período vacacional, os rogaría que no paséis por alto el juego de Dobble cuando lo veáis a la venta. Es fácil de encontrar, es barato y supone una síntesis de todas las cosas que hacen grandes a los juegos. Su diseño y funcionamiento son muy atractivos. No se puede aprender por completo, por lo que no ofrece ventaja añadida alguna al que lo haya jugado varias veces, y además permite jugar hasta a ocho jugadores, desde niños hasta adultos. Y es capaz de llenar completamente una habitación de carcajadas.

También viene dentro de una pequeña y bonita lata, de las del tipo que utilizarías para esconder algunos tesoros.

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